Hacer una reforma integral es un proceso complejo y cuando es tu primera vez, lo más probable es que no sepas ni por dónde empezar.
La rehabilitación completa de nuestro hogar debe perseguir tres objetivos básicos: conseguir la vivienda que deseamos, tanto a nivel práctico como estético, que se cumplan los plazos de entrega y que se ajuste al presupuesto previsto.
El concepto de reforma integral conlleva una intervención en el conjunto de la vivienda: habitaciones, baños, cocina, salón, pasillo, terraza y paredes, techos, ventanas, suelos, mobiliario… Es un reto y un desembolso económico importante. Pero merece la pena, ya que vivir en una casa hecha a tu medida no tiene precio.
Pero hacer una reforma integral de una vivienda no es tarea fácil, ni siquiera si sabes algo de carpintería, construcción o arquitectura. Lo mejor es asesorarnos bien y armarnos de paciencia y optimismo, pues a final de cuentas, se trata de una inversión importante y, sobre todo, de nuestro futuro hogar, así que lo queremos es que todo vaya sobre ruedas.
Es cierto que la emoción y la urgencia pueden ayudarnos a impulsar el proyecto; pero también son armas de doble filo. Las consecuencias pueden ir desde compras costosas e innecesarias, hasta trabajos de muy mala calidad.
Para evitar todo esto, te traemos unos consejos a tener en cuenta para acertar en tu reforma integral.
TEN CLARAS TUS NECESIDADES
El análisis previo es imprescindible para que la reforma integral sea exitosa. Es el punto de partida de cualquier proyecto. Haz una lista con todo aquello que desees cambiar o mejorar, cuanto más exhaustiva, mejor.
DEFINE BIEN LA NUEVA DISTRIBUCIÓN
Este es uno de los pasos más importantes en la reforma, ya que será lo más complicado de modificar a posteriori si te equivocas… Lo mejor es que te dejes asesorar por profesionales. Hacerlo requiere una inversión, pero a la larga te evitará perder dinero. Un estudio de arquitectura e interiorismo, como Akota Estudio, tomará las medidas exactas de la vivienda inicial.
Dile lo que necesitas y sin duda te ayudará a sacar el mejor partido de tus espacios, a aprovecharlos al máximo y a que sean bonitos y funcionales. Una buena distribución es el esqueleto del proyecto. Si es correcta, vestirla después será más sencillo y seguro que funcionará.
ENCUENTRA TU ESTILO
Busca inspiración y soluciones que respondan a tus gustos y personalidad. Para ello, crear un mood board o tablero inspiracional, donde pongas imágenes, muestras de tejidos y materiales, frases motivadoras y todo lo que se te ocurra, será una herramienta muy útil. De este modo, el proyecto seguirá un criterio estético definido. Si tu reforma integral la lleva un estudio profesional, la entrevista sobre tus gustos, aficiones y necesidades será clave. Y sobre todo, quédate con quien te transmita el mejor feeling. Es importante que os entendáis para trabajar en equipo.
BUSCA PROFESIONALES DE CALIDAD
Profesionales de la arquitectura, interiorismo, electricidad, fontanería, albañilería, carpintería, decoración…. En una reforma integral intervienen un gran número de especialistas. De nuevo, si la reforma la lleva un estudio, todo será más fácil, ya que se ocuparán de contactar con su equipo de profesionales de confianza que realizarán la obra. Si lo haces por tu cuenta, pide siempre referencias y asegúrate de la solvencia y la trayectoria de quien contratas.
CALCULA EL PRESUPUESTO DE GASTOS LO MÁS DETALLADO POSIBLE Y COMPARA PRECIOS
Los presupuestos sobre una reforma integral deben estar desglosados por partidas, incluyendo tanto los materiales, sus calidades y precios. Pide al menos tres opciones para poder escoger con criterio. Para esto es muy útil contar con un proyecto, de este modo todos presupuestarán lo mismo y realmente podrás compararlos.
Ten en cuenta que en las reformas integrales hay elementos que no siempre están a la vista, pero consumen buena parte del presupuesto, como las instalaciones: agua, calefacción y electricidad. O las carpinterías, otro factor importante a tener que cuenta y que influye en el confort final de la vivienda. Aunque muchas veces ni habías pensado en estas actuaciones, es necesario prestarles atención. De nada sirve maquillar el exterior si dejamos elementos ocultos en mal estado, antiguos o disfuncionales.
Además, hablamos de reformas, por lo que te recomendamos que cuentes siempre con un margen para imprevistos. No importa cuánto planifiquemos las cosas, en las reformas siempre hay probabilidades de encontrarnos con gastos sorpresa. Procura apartar algo de dinero y paciencia para estas situaciones.
FIRMA SIEMPRE UN CONTRATO
Este debe detallar las condiciones acordadas. Este contrato debe garantizar el presupuesto ofertado, la calidad de los trabajos y los materiales a emplear. Contar con un contrato específico y a medida, mediante el cual la empresa contratista se compromete a dar un precio cerrado e incluso a aceptar posibles penalizaciones por retrasos, por ejemplo, ofrece una gran tranquilidad.
Es importante también acordar la forma de pago. Según la OCU, “si te exigen un adelanto, no superes el 30-40% del total. A medida que se terminen fases puedes ir haciendo otros pagos, y cuando la obra esté terminada del todo, hasta los más pequeños detalles, completa el pago. Pide la factura y paga siempre el IVA, es una obligación además de tu garantía para reclamar si hubiera problemas”.
OBTENER LOS PERMISOS Y LICENCIAS QUE SEAN NECESARIOS
Antes de comenzar las obras, asegúrate de estar al día con los permisos y las licencias. No son complicadas de tramitar, pero suponen un coste adicional a tener en cuenta y son imprescindibles para que tu reforma integral tenga todas las garantías legales vigentes. A cambio, acallaréis los gritos del vecindario colgando vuestra licencia en la puerta de casa (entre otras cosas, si tenéis los papeles en regla, no os pueden decir nada del ruido que haga el equipo de trabajo en horario laborable).
INFÓRMATE SOBRE POSIBLES SUBVENCIONES
Actualmente, en función de las obras a realizar, existen varias subvenciones estatales y autonómicas a las que puede que tengas acceso. Deberás consultar periódicamente la información en los organismos competentes para saber si puedes beneficiarte de ellas.
PLANEA BIEN CUÁNDO Y CUÁNTO TIEMPO DURA LA REFORMA
Se puede estimar que una reforma integral estándar dura entre cuatro y seis meses de obra, pero antes de esto tendrás que dedicar tiempo a proyectarla, presupuestarla y organizar todo para empezar con los trabajos. Ten en cuenta que siempre es mejor hacer la reforma de una sola vez y no por partes.
Busca el mejor momento para hacerla, ya que tendrás que estar fuera de la vivienda. La mejor época suele ser el verano, porque se dispone de más tiempo libre para seguir las obras o para ausentarse de la vivienda, el vecindario de vacaciones, acarreando menos molestias por ruidos, los contenedores en la calle, suponen un menor inconveniente y hay más horas de luz natural. Pero tendrás que contar con que los gremios trabajen esos meses…
Como ves, la reforma integral es una gran aventura que deberás planificar con cuidado si no quieres morir en el intento… Si sigues estos consejos te resultará más sencillo.
Por otro lado, podemos decirte que si eliges una reforma integral “llave en mano” puede que pagues un plus por la realización de varias opciones de tu proyecto y el seguimiento del mismo, pero te garantizamos que al final te ahorrarás tiempo y dolores de cabeza.
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